1/19/2008

Roberto Fontanarrosa: "Aforismos de Ernesto Esteban Etcheñique"

* El pájaro es libre. Lo sería aún más de ser soltero.
* Un dibujo vale por mil palabras. Y si es de Picasso…
* Busco espíritus sensibles. Intermediarios abstenerse.
* El loro plagia la palabra, pero quien está preso es el canario.
* Por muy alta que sea una montaña, no sobrepasa su propia cúspide.
* El pavo real abre su cola sin importarle si es día feriado.
* Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor.
* Mis aforismos son como los buenos vinos, mientras más pasa el tiempo, más caros.
* El aforismo es una flecha. Parte de mi boca y se clava en tu ojo.
* Si tantas veces va el cántaro a la fuente… ¿no será muy pequeño?
* Dios aprieta pero no ahorca ni cae en el sadismo.
* Una palabra puede herir. Pero un martillazo es feroz.
* La rosa tiene espinas, pero… ¿tiene pétalos el atún?
* Reprochas al sordo que no te escucha. ¡Grítale más fuerte!
* Dios me señaló con su dedo… ¡y me lo metió en un ojo!
* Aun viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: "¡Madre!"
* Si crees en la reencarnación no te rías de la fealdad del sapo.
* El puntapié que me asestaste… ¿no será una opinión?
* Te siento cuando te toco y, cuando no te toco, también te siento. ¿Que tienes en la piel?
* Te regalaría las estrellas, pero te has empecinado en un par de zapatos.
* Cuanto más subo, más bajo. Cuanto más bajo, más subo. ¿Qué me pasa?
* "No es fácil que un camello entre al Reino de los Cielos" (proverbio árabe).
* Quise conocerme a mi mismo. Cuando me hallé, estaba muy cambiado.
* Se aprende más en la derrota que en la victoria, pero… ¡prefiero esa ignorancia!
* El que nada desea, es sospechoso.
* Supe perdonar a la mujer adúltera. Mi piedra no le acertó.
* El espíritu del virtuoso es como un espejo. Te miras en él y puedes peinarte.
* El hombre sabio es pobre en apariencia, pues su tesoro está en Suiza.
* En el mundo hay Bondad y Maldad. Justicia e Injusticia. Árboles y tortugas. Hay muchas cosas.
* Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el poder. Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso.
* Aquel que ha tocado el cielo con las manos… ¿cuánto medía?
* Ay! El Dolor se repite. Ay!
* Aquel que ha perdido una oreja no desea aros.
* He cometido el peor de los pecados. No he sido millonario.
* Reparad en ese pato que corre. Reparad en aquel cordero que trisca. Reparad esa cerca que huyen los animalitos.
* Qué superficial es la alegría ruidosa de la orgía!
* Si dices que lo tienes en un puño… muy pequeño ha de ser tu enemigo!
* Si quieres alcanzar la Sabiduría… ¡empieza a correr ya!
* Reconoce tu idiotez y serás un idiota lúcido.
* El tirano admite que lo odien, pero odia que se rían de él. Y más aún que le arrojen una bomba.
* Mientras mas brillante la luz, mayor el gasto.
* La última victima de la guerra dijo, al caer: "¡Que mala suerte!"
* Cuando el tacto vale más que el sentimiento, la amistad de la orgía no es sincera.
* No vale más el singular topacio que el vulgar cascote. Pero si me dais a elegir… dadme el topacio.
* Haz el mal sin mirar a cuál.
* Simula reír la hiena. Pero no entiende los chistes.
* ¡Desdichado el mendigo que no conoce el placer de dar!
* El ciego, al lavarse la cara, se reconoce.
* Morir… ¡extraña costumbre!
* La hiena ríe pues no piensa en el mañana.
* Muy distinto es no decir lo que se piensa que no pensar lo que se dice.
* Si no cantara el gallo igual amanecería.
* Consulté con mi almohada y me dijo: "Consulta con tu médico".
* El hombre probo y pío es mitad santo y mitad pollito.
* Desdichado quien encuentra una muerte horrible, pero… ¿no pensamos en quién la ha perdido?
* No hay completa belleza. El tigre es hermoso, pero su orín es pestilente.
* Lo llamaron científico, estadista y pensador. Pero nunca fue tan feliz como cuando lo llamaron "Bichi".
* El humor no debe ser risa. Sí, sonrisa. Y, de ser posible, llanto amargo.
* Si tropiezas dos veces con la misma piedra… ¡sácala de allí!
* Cuando alcancé la Sabiduría, ella me miró y dijo: "Ya me alcanza cualquiera".
* El optimista ve la copa medio llena. El pesimista la ve medio vacía. El borracho la ve doble.


Fuente : Roberto Fontanarrosa, "El mayor de mis defectos y otros cuentos". Ediciones de la Flor, 1990.