Hoy me acorde que tenia un blog (que calculo que nadie ve) pero no me puedo quejar porque yo tampoco lo veo. Voy a ver si puedo ir actualizandolo mas seguido.
Roberto Fontanarrosa: "Aforismos de Ernesto Esteban Etcheñique"
* El pájaro es libre. Lo sería aún más de ser soltero. * Un dibujo vale por mil palabras. Y si es de Picasso… * Busco espíritus sensibles. Intermediarios abstenerse. * El loro plagia la palabra, pero quien está preso es el canario. * Por muy alta que sea una montaña, no sobrepasa su propia cúspide. * El pavo real abre su cola sin importarle si es día feriado. * Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor. * Mis aforismos son como los buenos vinos, mientras más pasa el tiempo, más caros. * El aforismo es una flecha. Parte de mi boca y se clava en tu ojo. * Si tantas veces va el cántaro a la fuente… ¿no será muy pequeño? * Dios aprieta pero no ahorca ni cae en el sadismo. * Una palabra puede herir. Pero un martillazo es feroz. * La rosa tiene espinas, pero… ¿tiene pétalos el atún? * Reprochas al sordo que no te escucha. ¡Grítale más fuerte! * Dios me señaló con su dedo… ¡y me lo metió en un ojo! * Aun viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: "¡Madre!" * Si crees en la reencarnación no te rías de la fealdad del sapo. * El puntapié que me asestaste… ¿no será una opinión? * Te siento cuando te toco y, cuando no te toco, también te siento. ¿Que tienes en la piel? * Te regalaría las estrellas, pero te has empecinado en un par de zapatos. * Cuanto más subo, más bajo. Cuanto más bajo, más subo. ¿Qué me pasa? * "No es fácil que un camello entre al Reino de los Cielos" (proverbio árabe). * Quise conocerme a mi mismo. Cuando me hallé, estaba muy cambiado. * Se aprende más en la derrota que en la victoria, pero… ¡prefiero esa ignorancia! * El que nada desea, es sospechoso. * Supe perdonar a la mujer adúltera. Mi piedra no le acertó. * El espíritu del virtuoso es como un espejo. Te miras en él y puedes peinarte. * El hombre sabio es pobre en apariencia, pues su tesoro está en Suiza. * En el mundo hay Bondad y Maldad. Justicia e Injusticia. Árboles y tortugas. Hay muchas cosas. * Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el poder. Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso. * Aquel que ha tocado el cielo con las manos… ¿cuánto medía? * Ay! El Dolor se repite. Ay! * Aquel que ha perdido una oreja no desea aros. * He cometido el peor de los pecados. No he sido millonario. * Reparad en ese pato que corre. Reparad en aquel cordero que trisca. Reparad esa cerca que huyen los animalitos. * Qué superficial es la alegría ruidosa de la orgía! * Si dices que lo tienes en un puño… muy pequeño ha de ser tu enemigo! * Si quieres alcanzar la Sabiduría… ¡empieza a correr ya! * Reconoce tu idiotez y serás un idiota lúcido. * El tirano admite que lo odien, pero odia que se rían de él. Y más aún que le arrojen una bomba. * Mientras mas brillante la luz, mayor el gasto. * La última victima de la guerra dijo, al caer: "¡Que mala suerte!" * Cuando el tacto vale más que el sentimiento, la amistad de la orgía no es sincera. * No vale más el singular topacio que el vulgar cascote. Pero si me dais a elegir… dadme el topacio. * Haz el mal sin mirar a cuál. * Simula reír la hiena. Pero no entiende los chistes. * ¡Desdichado el mendigo que no conoce el placer de dar! * El ciego, al lavarse la cara, se reconoce. * Morir… ¡extraña costumbre! * La hiena ríe pues no piensa en el mañana. * Muy distinto es no decir lo que se piensa que no pensar lo que se dice. * Si no cantara el gallo igual amanecería. * Consulté con mi almohada y me dijo: "Consulta con tu médico". * El hombre probo y pío es mitad santo y mitad pollito. * Desdichado quien encuentra una muerte horrible, pero… ¿no pensamos en quién la ha perdido? * No hay completa belleza. El tigre es hermoso, pero su orín es pestilente. * Lo llamaron científico, estadista y pensador. Pero nunca fue tan feliz como cuando lo llamaron "Bichi". * El humor no debe ser risa. Sí, sonrisa. Y, de ser posible, llanto amargo. * Si tropiezas dos veces con la misma piedra… ¡sácala de allí! * Cuando alcancé la Sabiduría, ella me miró y dijo: "Ya me alcanza cualquiera". * El optimista ve la copa medio llena. El pesimista la ve medio vacía. El borracho la ve doble.
Fuente : Roberto Fontanarrosa, "El mayor de mis defectos y otros cuentos". Ediciones de la Flor, 1990.